El mundo espera por tu próxima idea. Esa que tienes dentro de la lista de ideas, pero es ESA que te tiene pensando en ella todos los días. Esa que no te atreves a lanzar o seguir trabajando en ella porque tienes miedo a que no sea exitosa.
Soñar en grande es fácil. «Apunta a la luna; aunque falles puedes llegar a las estrellas» o algo así, dice una frase muy común (técnicamente incorrecta, pero ese no es el punto).
Escenario 1: te bañas, lavas la cabeza, maquillaje, ropa planchada y nítida, y todo lo demás que envuelve alistarse. Sales de tu casa, manejas 30 minutos, y llegas a esa reunión en persona.
Escenario 2: Prendes la PC, te pones una camisa (pero en shorts y chancletas), y tienes la misma reunión.
Trabajar desde la casa tiene demasiadas ventajas, así como tiene sus desventajas (que, al menos a corto plazo, son menos).