Soñar en grande es fácil. «Apunta a la luna; aunque falles puedes llegar a las estrellas» o algo así, dice una frase muy común (técnicamente incorrecta, pero ese no es el punto).
«Soñar en grande» es nuestra zona de confort (o al menos el pensamiento de pensar en grande lo es). «Todos los ciudadanos de mi país son mis potenciales clientes». Es más fácil apuntarle a todo el mundo y sentirse cómodo pensando en el típico «Si solo 1% de los usuarios de X usan mi producto, seremos exitosos». Pensar en grande es infinito y nos gusta pensar que el mundo es nuestro límite.
Es importante pensar en grade para llegar a ser grandes, pero toda regla tiene su excepción. El mercado más nicho de lo que haces está menospreciado.
¿Qué tal ponerse en la posición más incómoda de «pensar en pequeño»? Una comunidad más pequeña donde si fallamos con ellos, fallamos rotundamente; lograr sueños que son difíciles de alcanzar porque son en una escala menor. Puede parecer más fácil y como un error que nuestra meta sean 10 clientes en vez de un millón, pero estos 10 son los que poco a poco nos van a llegar al millón en un futuro.